1.- Informe explosión gasto público ¿hasta cuando?
El gasto público español en 2021 ascendió a 609.776 MM€ y ya representa el 50,60% del gasto publico total, en parte debido a las necesidades derivadas de la pandemia y en parte a una política expansiva vía crecimiento del gasto público seguida por el Gobierno para estimular la economía. Para comparar, el 2019 solo representaba el 42,30% del total.
Defensa
El gasto publico en Defensa de España ascendió a 11.240 MM€, lo que supone un 1% sobre PIB (el 1,91% sobre el gasto público total). El presidente de Gobierno ha manifestado su intención de elevarlo hasta el 2% del PIB, lo que supondría aumentarlo en casi 6.000 MM€.
Sanidad
El gasto publico en Salud supera los 80.000 MM€, el 6,5% del PIB. Esta cifra es manifiestamente inferior a la media europea, que se sitúa en el 8%. Para igualarnos deberíamos incrementarlo en casi 20.000 MM€, más gasto y más déficit público.
Pensiones
El gasto en pensiones a abril 2022 asciende a 10.800 MM€, en diciembre 2020 alcanzo la cifra mágica de 10.000 MM€.
2. Cierre china pone en jaque economía mundial
Cuando todos creíamos que el covid-19 se había acabado, y que la vacunación lo había erradicado y convertido en una enfermedad periódica como la gripe, hemos visto como se reproducía en China, en concreto en Shanghái (aunque en realidad han sido muy pocos casos, pero ya sabemos que China aplica una política de casos cero), donde se confinaba a millones de personas (que están pasando hambre y sed, por la carencia de víveres, y faltos de atención sanitaria), lo que ha originado algunos conflictos sociales, difíles de ver en China).
Las medidas de confinamiento absoluto han supuesto, de nuevo, la paralización de muchas fábricas y el colapso del puerto de Shanghái (se estima que estaría operando al 25% de su capacidad), uno de los más dinámicos del mundo. Esto ha supuesto el corte de la producción y las roturas de las cadenas de suministros, y, lo que es más importante, las exportaciones hacia otros países occidentales, Europa y EEUU. Recuperar el ritmo de producción, a fábrica parada, no resulta fácil, ni es inmediato, lleva su tiempo. Los buques contenedores se agolpan en los puertos de medio mundo a la espera de poder recoger la carga, lo que originará una nueva subida del coste de los fletes, ahora que habían comenzado a descender, tras los salvajes incrementos que sufrieron como resultado de la pandemia (llegaron a subir siete veces más que al inicio de la crisis, desde los 2.000 $ el contenedor hasta los 14.000 $; en España en concreto, según Hapag Lloyd llos fletes de contenedores marítimos llegaron a subir hasta un 60& el el segundo trimestre 2021).
3. Se encarecen materias primas por la guerra de Ucrania
La guerra ha paralizado la producción de materias primas básicas, como trigo, maíz, girasol, etc…. De los que Ucrania, junto a Rusia, es uno de los principales productores mundiales. No por casualidad se le conoce como el granero del mundo.
Pero no son solo materias primas, también se extraen de sus minas minerales muy valiosos como el níquel y el manganeso.
El Servicio Geológico estadounidense elaboró un informe de los recursos minerales estratégicos para la economía, la tecnología y la industria militar, entre los que se encuentran muchos que se encuentran en las minas de Rusia (como el antimonio o el berilio, por citar algunos de los raros, o los del grupo del platino: paladio, rodio, rutenio, iridio y osmio).
La guerra origina varias consecuencias: por un lado, se paraliza casi por completo la extracción, segundo, se utilizan para el consumo del propio país, luego se reduce o elimina la exportación y, por supuesto, la escasez de oferta eleva los precios y produce desabastecimiento.
4. Las claves del corte del gas ruso
España importa de Argelia entre el 40 y el 45% del gas que consumimos. En algún momento llegó a suponer hasta el 60%. El contrato, firmado hace varios años, se revisa cada tres años. En estos momentos, tras la crisis creada por nuestro acuerdo con Marruecos, hemos bajado el ritmo de importaciones de Argelia y hemos subido en el EEUU, que ya supone en torno al 25%. Pero traerlo de EEUU es mucho más caro, porque proviene del fracking (más caro de obtener) y precisa el traslado en buques metaneros. Se estima que serían necesarios hasta 146 buques metaneros para sustituir el gas que recibimos de Argelia.
En realidad, España apenas importa gas de Rusia, pero si lo hacen otros muchos países europeos, el más afectado sería Alemania que depende energéticamente del gas ruso, desde hace 50 años. Alemania es el primer cliente de gas de Rusia, representa algo más del 20% de sus exportaciones, en total unos 20.000 millones de euros.
Así, Alemania depende del gas ruso, si no quiere pasar frío y que se paralicen buena parte de sus fábricas, pero también Rusia depende de Alemania, no le resultaría nada fácil colocar de un día para otro el 20 o 25% de su producción a otros compradores. En todo caso, haría caer el precio el gas que exporta deteriorando aún más la economía rusa.
Conclusión, Rusia no puede cortar el grifo de su gas a Europa, y menos a Alemania, y esta tampoco puede prescindir de él, aunque el tiempo corre a favor de Alemania, está terminando el frío invierno y Alemania lleva tiempo buscando suministradores alternativos a Rusia.
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